¡Por fin hemos salido de la temporada de verano! Con sus niños gritones que corren alrededor de las piscinas, sus críos de las palas en la playa, las mamás y papás que le gritan al socorrista porque el crío se ha hecho una brecha haciendo el burro, los churretes de helado, los alemanes cangrejiles, las británicas enjoyadas en las terrazas y las toneladas (TONELADAS) de curro que me han mantenido alejada de mi querida prole de Damas de Horror.
Workers gonna work |
Veranito, calor y aplatanamiento no le vienen bien a ningún planning, así que hemos avanzado (algo, más bien poco). Momzilla dice que "el año no empieza en enero, sino en septiembre" y hay que hacerle caso a Momzilla. La verdad es que esta semana por fin firmaremos el contrato con la Wedding Planner. Ayer me hizo soltar un par de lagrimitas sáuridas porque me dijo que estaba muy entusiasmada con nuestra boda... y que tenía ideas muy chulas, nos comentó un par y me dio de lleno en la patata.
Momzilla siempre tiene la razón... hasta que Bridezilla se impone |
Así que allí nos hallamos, con un amigo que es concejal del ayuntamiento y con un manojo de llaves enormes. Respiramos hondo y entramos.
La puerta principal, de madera y de doble hoja, da a un patio interior asimétrico. Entramos en el recibidor del museo, ya que estaban las luces encendidas, y nuestro amigo las apagó. Salimos al mirador sobre el mar, ya que el monasterio está construido en un acantilado, y después fuimos a la entrada de la capilla. Todo está bastante descuidado por la parte del mirador, con plantas de ajos completamente secos y maleza, pero no se ve desde la zona que usaremos porque las separa un muro de piedra con una recoleta arcada de medio punto.
Sí, ajos. Como para espantar a las brujas, los vampiros o los hipsters.
Vade retro |
Mucho polvo, eso sí, y dos cuadros de santos que reconocí al instante, pero que no me molestan para nada. Viva la hagiografía. El de Santa Catalina es especialmente terrible pero, como digo, me gusta porque es un icono pintado de una forma muy naïf.
Yo quisiera un Godzilla del Sagrado Corazón, pero qué le vamos a hacer... |
Vamos... que no es San Juan de Gaztelugatxe, pero quizá sea buena idea no llevar mucho tacón. For if the flies. |
Vírgen de las bragas vueltas, que hay más |
Lo primero que pensé nada más ver ese lagarto quemao con plumas sobre la elección del sitio para la boda fue...
Por ponerlo en pocas palabras y sin usar insultos. Vamos, que Granzilla entra en ese patio y le da un patatús instantáneo.
Groomzilla me jura y perjura que se puede tapar. Sí, siempre se puede tapar con una tela grande, pero tengo miedo del típico GRACIOSO que va a la boda y a quien le da por mirar debajo, o incluso que sabe que eso está ahí y se hace el selfie imbécil del día. Sólo de pensarlo se me revuelven las tripas...
Así que lo más seguro sea que lo embalemos. En plan, a lo bestia. Papel a cholón, cinta americana, cartón, y hacerle una estructura exterior en blanco con algún material que lo deje completamente cubierto. Yo le metería una buena carga de TNT, o Goma 2, o una buena bomba lapa, con unos pocos fuegos artificiales en la parte superior, para que al salir los novios le prendamos fuego desde fuera y hala, a disfrutar de la justicia.
What a wonderful world it would be |
Aunque sea por un rato, lo convertiremos en algo hermoso. Algo que lo entierre en la oscuridad, el ostracismo y el olvido... al menos, hasta el final de la boda.
Merecerá la pena, así visto.