viernes, 13 de mayo de 2016

Pose like a model, roar like a dinosaur

¿Cómo os traspasáis, escamosas compañeras? Por aquí como siempre, con tribulaciones, rugidos y mucho curre. Me encanta que esperéis mis entradas como agua de mayo.



Vengo con una entrada un poco miscelánea, pero de las que siempre hago. De hacer las cosas a mi manera, sin presiones y con muchas ganas, poco fuelle y normalmente medio a ciegas. Que nadie nace enseñado, queridas, y mucho menos para el incipiente matrimonio. Que se supone que es una vez y como que para forever, así que se supone que no lo hemos hecho nunca antes.


No, querida Liz, esta última observación no va para ti. Tú eras una jefa en esto.
Ya comenté en una entrada anterior que había cosas a las que no me había apuntado. Como por ejemplo a tirar el ramo, o a tener damas de honor... o a obligar a mis amigas a vestir del color que yo quiera. Amos anda. Pero hay otras que sí me gustaban y a las que Groomzilla y yo nos hemos adherido con entusiasmo.

Una de ellas es las fotos preboda.

Porque, amigos, si no basta con que los fotógrafos te persigan por la ceremonia y el banquete, también existen sesiones de fotos de post y preboda. Son esas sesiones que se hacen, como su nombre indica, antes y después del bodorrio. Tranquilos, no haremos dos prebodas y dos postbodas, jejejeje.

La postboda es quizá la que más novios eligen hoy en día. En lugar de dejar solos a los invitados en el cocktail e irse a hacer fotos en fin de semana a lugares que suelen estar atestados de gente que se mete por enmedio, las típicas fotos bonicas-bonicas al lado del monumento de turno se hacen ahora unos días después. Peinadicos, maquilladicos, fuera de las horas punta y sin problemas de que el vestido de novia se pueda arrastrar por el pavimento... hay incluso sáuridas que deciden cometer locuras con el vestido, qué leches, meterse en el mar o sentarse en la hierba. Estas sesiones se conocen como trash the dress.


ON FAYAR
ON DE WOTAH
ON DE DERT
ON DE ROUD
ON DE... bueno, lo pilláis, ¿no?
Las fotos de preboda son más bien un recuerdo bonico de antes de casarte. Sobre todo si, como en mi caso, tu chico es alérgico a hacerse fotos o tan despistado que nunca se acuerda de ponerse contigo en las fotos... o que sale siempre en las fotos porque SIEMPRE las haces tú. En serio. Ya tenía ganas de estar delante del objetivo.

Así que esta sáurida se fue a la escamería, donde le adecentaron la piel y los cabellos, y por la tarde decidimos que iríamos vestidos como vamos siempre. Vamos, que nada de posar y hacer el monkler. Incluso llevamos una bolsa con cosillas para amenizar el shooting: un libro, figuritas frikis, un farolillo para encender en el mar, etecé etecé.

No se me ocurrió llevarme un peine o un espejo de mano. Soy tan inteligente que a veces hasta me doy miedo... así que, realmente, no sé cómo resultarán las fotos. Pero serán un buen material para tener en casa y para adornar la web de la boda.
Nos lo pasamos muy bien con el señor de los daguerrotipos, aunque la parte del mar no salió demasiado bien... sí, cogimos una barca y nos fuimos a hacer el idiota mar adentro. Pero el mar, rencoroso él de lo abandonado que le tengo, se picó nada más abandonar la bahía. Hubo ratos en los que me dieron ganas de bajarme y volver andando a la orilla.


A pastar
Además hacía viento, y cuando pararon la barca me mareé como un mogollonaco, pero al entrar en la bahía todo se fue arreglando. Tranquilas, no nos hicimos una foto en plan Titanic. Blerghs.


Yeah bruthah
Las fiestas de Zillaville han sido en este impás, así que supongo que pronto nos llegarán las fotos... o podría echar un rayete desde mi casa, que creo que alcanzo el estudio fotográfico desde aquí si me subo a la azotea.


Mándame ya las fotos, Pere Joaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan
¿Os acordáis de las sillas a seis euros? Hemos encontrado una empresa de eventos para alquilarlas más baratico, y que además nos ofrece otras cosas para la ceremonia. Como es una floristería, quizá hagamos un megapack con ellos para que nos pongan la alfombra en el jardín, la mesa de ceremonia, los centros del banquete y alguna cosilla más. Tienen una cantidad obscena de objetos de decoración, mesas, sillas, luces, carteles, pizarras, carritos, etecé etecé. Que eso es un diógenes limpio del wedding planning, señores. Todo bien.

Que el tema de las flores es otro marrón épico. Hay personas que no las consideran como decoración para sus celebraciones, ya sea por motivos biológicos (genitales WTF?) o por motivos ecológicos (una decoración que se irá a la basura, you bastards). Hay empresas de eventos que están sustituyendo cada vez más los centros de flores por otros objetos más perennes, como figuras de cristal, flores artificiales (cutrez o WHA?), flores de papel (que las hay la mar de pintonas) u otros objetillos. 

Y siempre está la típica lista que te suelta 'pues yo no voy a poner flores'. OK cielito, pero es que esta no es tu boda. No quieras casarte en todas. En la tuya haz lo que te salga del nardo florido, pero en la mía haré lo que quiera yo. Jroñas.
Nosotros no sólo vamos a poner flores... pero eso ya lo veréis en su debido momento.




Seguimos con los presupuestos hinchados por boda, en este caso, como no iba a ser de otro modo, con la boda en Zillaland. Por compensar, y eso. No es lícito que una boda se lleve su ración de encarecimiento, y la otra no. Eso de poner de los nervios por un lado y no por el otro termina dando tortícolis, mejor que duela all around.


Encontrar por mediación de Siszilla un dúo de músicos muy majete. Violín y guitarra. Conocidos en su casa, sobre todo a la hora de comer. Tocan en bares y en eventos chiquitos de restaurante. Hablar con ellos, chachi pistachi. Ganazas además porque su fiddle suena de coña, y porque están empezando, y porque queremos que les conozca más gente aparte de sus madres a la hora de pedir la vuelta de la compra. Hemos optado siempre que hemos podido por proveedores locales para todo-todito, queremos que la pasta quede en casa, y si es gente que además está empezando o sectores que necesitan un portfolio, aun a pesar de ser profesionales, para allá que vamos.

En flins, les envío un mensaje toda ilusionada y les digo que se pongan en contacto con nuestra WP. Suben un par de vídeos al facebook, hechos en bares o en el salón de su casa, que suenan de coña de bien. En plan Jam Session, violín, guitarrica y al lío. Me dicen que uno de ellos está estudiando para técnico de sonido, y que por eso va a salir más barato, que no hay que alquilar equipo ni un técnico para mesa de mezclas.

Me mandan el presupuesto. El precio por la música es razonable, más o menos lo que me esperaba. Espera, ¿qué son esos cargos?
Cargo por uso de furgoneta + cargo por gasolina (12 km = 50€)

Cargo por ir a montar el día anterior y a probar el equipo de sonido.
Cargo por un segundo equipo, porque claro, a lo mejor dentro de una pérgola acristalada cerrada y con los invitados sentados no se oye bien un violín y una guitarra.
Cargo por la segunda mesa de mezclas.
Cargo por alquilar dos atriles con tablet para las partituras, dos micros, por probar los micros, por los pies de micro, por soporte para la mesa de mezclas.
Cargo por desmontaje.

En total, más de mil euros.





Cinco meses de los bodones y esto hace aguas por las junturas. Cuando no es una, es la otra. Ganicas que me dan de plantar un Ipod con un altavoz y A PASTAR... si no fuera porque me apetece un montón que haya algo de música en vivo, sobre todo en la ceremonia.

Por lo demás, me lo estoy pasando teta en el grupo de Facebook que he creado para la boda de Zillaland. Le he dicho a Groomzilla que haga otro para la boda de Zillaville (la mayoría de invitados los tiene él en su FB, y además me parece que lo de la web de la boda va a quedar en agua de borrajas al final... le conozco, bacalao) pero como es tan culovago no hay manera de que se ponga al lío.

Habrá que hacerse una coraza bien fuerte contra imprevistos.


¿Capasao?
¡Ah! Y mi querida BFF ya está maquetando las invitaciones HELLYEAH.

Hasta la próxima, queridas sáuridas.