lunes, 7 de marzo de 2016

Little Wheel Spin and Spin

¡Buenos días, mis escamosas amigas!

Bridezilla está de vuelta, con unos pocos gramos de órganos menos, pero como siempre con ganas de guerra.

Lo primero es lo primero... ¡Ya tengo vestido, madafackas!


Bitch, I'm fabulous
Obviamente no os voy a contar nada, pero estoy espléndida con él... bueno, lo estaré cuando lo reciba. Con el de muestra, a pesar de ser más grande que mi talla y que lo sujetan de aquella manera, lo estoy, así que ya soy oficialmente una novia con EL vestido.

Volví a una de las tiendas a probarme de nuevo e incluso había más modelos recién llegados. Pero ya me he decidido y, aproximadamente en abril, mi vestido estará en la tienda para probarme otra vez y comenzar con los arreglos.

Tenemos las fincas contratadas y todo está marchando a ritmo constante. Tenemos incluso contratado al fotógrafo-de-aquí, que nos tendría que hacer la preboda un día de estos. Al principio pensamos que lo mejor sería que la preboda nos la hiciera en la finca-de-aquí, ya que no queremos fotos en el banquete ni el baile, pero ha surgido un contratiempo.

El lugar de la ceremonia-de-aquí no está disponible para la fecha de nuestra boda.





Son muchos meses de antelación de lo que estamos hablando... pero ya sospechábamos que algo así podía pasar, porque en esa época se lleva a cabo un festival de música clásica en el sitio-de-aquí. Precisamente estarán montando (y afinando el piano).

Así que hemos decidido mover la ceremonia a otro lugar. Ya tenemos un par de candidatos. Y, mirándolo por el lado positivo... ¡ya no tendremos que preocuparnos de aquella estatua infame!

Con el fotógrafo, como hemos dejado pasar el tiempo, se ha ido el inusual sol del invierno y ahora tenemos nubes. La sesión preboda tendrá que esperar a la primavera, y seguramente la hagamos entonces en algún lugar del pueblito, o en algún paraje guapo que no sea el lugar del banquete. Tenemos un par de cosas en mente, todo es ponerse.

De repente todo se nos echa encima: flores, música, banquete, invitaciones... quedan aún muchos meses, pero son cosas en las que hay que pensar, y hay que hacerlo YA. No ayuda que Groomzilla sea el hombre de las muchas ideas y la poca acción, porque se entusiasma con mucha facilidad, pero al final pocas de esas ideas llegan a realizarse. Y eso, querido, puede hacerse en un evento informal, pero no en la ZILLAWEDDING.
Se agradece la ilusión, y esperamos los dos actuar con los pies bien puestos en el suelo.


Y podemos poner unas carátulas diseñadas por nosotros mismos, y llevar muebles, y guirnaldas, y una banda de viento metal que toque levitando sobre el cenador con alas hechas de orquídea blanca...
Mientras tanto, a seguir empapándose de fotos, ideas, y a intentar que el poco tiempo libre que me deja el trabajo sea invertido sabiamente en los deberes profesionales, tareas domésticas, relaciones de amistad y, si queda, algo de planning para las bodas.

Nuestra wedding planner está requeteembarazada y además delicada de salud, con lo que los preparativos para la boda-de-allí se ralentizan un poco. Ya tenemos florista, aunque tiene que visitar la finca y mandarnos presupuesto y propuestas. Fue muy curiosa la entrevista con ella (por Skype, por supuesto), ya que a los novios les hace un cuestionario para tener unas directrices sobre las que comenzar a trabajar.
Nos preguntó cosas como las flores que no nos gustan, colores que nos gusten, si vamos a usar boutonnieres, si queremos flores para el coche, modelo del coche, si queremos flores para los sitios donde nos hagan fotos... Groomzilla se quedó un poco picueto con estas preguntas, porque son de esas cosas que mucha gente no se ha planteado nunca en la vida.



Les dije que rosas no... la madre que me...
Sí, tenemos florista... pero no tenemos fotógrafo allí. Hemos tirado la caña ¡pero están ocupados! Nos habían entusiasmado las fotos de la web, y LetiZilla ya había hablado con ellos (los precios además venían con IVA, lo que es un punto a favor gordo), y en el momento de contactar con ellos resulta que ese día ya lo tienen cogido.
Esto, sumado a que hay ideas en el aire pero no se terminan de concretar, no hay manera de que saquemos la web de la boda, no todos los invitados saben que lo están (problemas logísticos de sáuridos pleistocenos que no tienen ordenador), que no encontramos momentos para sentarnos a hablar de ello, y falta de tiempo efectivo... pues a una servidora se le ponen las escamas de punta y se está empezando a desesperar un poco.


Yo quiero tener un millón de amigos, y a mano siempre un Kalashnikov
Es demasiado pronto para hacer algunas cosas, y quizá se está haciendo tarde para otras, que necesitan ser resueltas pronto. Además, hay alegrías compartidas entre personas queridas, bodas que se acercan o que ya están sucediendo y que parecen llenas de alegría, belleza, ilusión y diversión, y me parece extraño y estresante no estar ya con las zarpas en la masa. Puede que nos pille el pterodáctilo si no nos ponemos ya a derribar ciudades como es debido. Yo también quiero vivir un cuento de hadas.


¡Habrá que sacar músculo!
Hasta la próxima entrega, sáuridas mías. Que no os piquen las chinches.

Addenda: mirad qué llavero más chulo de Bridezilla me compré en Navidades. Lo uso para censurar a Groomzilla cuando me solivianta. Me encanta el soniquete. Le haré un velo en cuanto pueda.