sábado, 20 de junio de 2015

¡Anda, mira, como en mi boda!

Ayer vuestra querida Bridezilla se hizo un superSkype con Siszilla, Momzilla y Dadzilla. Hacía tiempo que en Zillaville no se oían sus voces, aunque solemos chatear bastante, pero casi nunca en conjunto. Momzilla estaba arreglando el vestido de Granzilla para la boda de la semana que viene.

Mientras charlábamos las tres sobre los zapatos, los complementos y lo que me voy a ahorrar por la afición de Siszilla a las tiendas de bisutería, también les conté unas cuantas ideas que tengo para la boda. Y, de repente, me vi invadida por el 'Síndrome Del Copypaste Nupcial'

La familia que arrasa ciudades unida, permanece unida
El caso es que, como hasta hace nada no contaba con casarme (hello! Groomzilla me pilló por sorpresa) los últimos años he repartido sugerencias para las bodas de mis amigas, allegadas e incluso gente desconocida. Sugerencias que me habían hecho tilín cuando se me ocurrieron o las vi en internet, en plan "Querida Girlfriendzilla, si alguna vez alguien se volviera loco y me pidiera matrimonio, I WOULD DEFINITELY DO THAT".

Porque ahora resulta que sí, queridas sáuridas, resulta que es de verdad de la buena que me voy a casar. Y todas esas ideas que esparcí por el mundo, todas esas manitas creativas y mentes espontáneas que he ido regalando a porrillo con una sonrisa sincera, se vuelven hacia mí con una sonrisa sardónica, y las palabras "¡Ah, mira, como en mi boda!" amenazan con atormentarme en mis celebraciones.

Repíteme eso a la cara, perra
 Que una cosa es inspirarse en lo que otros hacen en sus bodas, y otra muy diferente que te acusen de copiar... sobre todo cuando se trata de ideas en gran parte tuyas (tampoco me voy a erigir en la mayor creativa nupcial in da faquin world) y que bienintencionadamente le regalaste a una amiga.


(dramatización de una situación real)
"- He encargado unas chapas que...
- Vaya... yo también tenía esa idea para mi boda ¿Habrá cabina de fotomatón?
- Sí.
- Oh God. Bueno, he visto una cosa en internet que me gusta. Se llama cookiebar, y...
- También.
- ¿Y qué tal un stripper con acondroplasia que salga de una tarta con la forma de una iglesia tardorrománica?
- ¿Con el tanga azul?
- Sí. Siempre ha sido mi color favorito.
- Cariño... quizá quieras pensar en otra cosa porque..."

Lanzaremos napalm aquí, aquí, aquí y aquí. Las cajas de pulgas carnívoras 
van bajo la mesa de los primos del novio.
EN LA VIDA iría yo a una boda a copiar ideas. Vamos, que hay cosas que se hacen muchísimo y no tienen por qué ser copias (de hecho, son en sí mismo copias de lo que hacen miles de novios a lo largo de toda la geografía mundial), pero que me corten la cola y me arranquen las garras si alguna vez copio con todas las letras las ideas de otras celebraciones.
La menda ha organizado muchos eventos para multitudes bastante exigentes, tengo ya callo de ello, y me remueve los pordentros que alguien suelte, inocente (o malintencionada)mente la dichosa frasecita.

Una cosa es tomar ideas de internet, y otra muy diferente es copietear. Ni que fuera con una libreta en el bolso. Lo peor es que no, no se trataría ni siquiera de inspirarse en esas cosas, sino que estaban en mi imaginario desde que me pintaba con faldas enormes y llenas de lazos en los folios del cole... Si es que soy tonta hasta decir basta.

Así que no sólo tengo sobre la espalda (escamosa) la tarea de organizar dos bodas... sino que todo lo que una niña repollo y princesita ha pensado desde que era una criaja y soñaba con lacitos, charol y faldas con muuuuuucho vuelo para su boda de reina de las hadas, y todo lo que una curtida organizadora de eventos llenos de magia y polvo en el ambiente del que hace lagrimear cuando menos oportuno es, todo eso, hay que hacerlo un gurruñito, tirarlo a la papelera y empezar el cuaderno de nuevo. Los cuadernos, dos. 

Santa medusa.


No os voy a mentir, alguna idea tengo. Pero me da pena tener que desterrar cosas que me hacían ilusión, porque me da pánico el SDCN. A lo mejor alguna de las ideas soporta bien una reinterpretación. Sólo el tiempo lo dirá.

Meanwhile, please, call the wambulance.

domingo, 14 de junio de 2015

Don't rain on my wedding

Queridas sáuridas, hace ya unos días que no nos vemos, ¿qué tal ha ido todo? Por el cubil de los Zilla todo camina lentamente, pero sobre seguro.

- Dime una cosa... ¿te casas conmigo por mí o porque realmente quieres casarte conmigo?
- A ver... cuando una cosa no me gusta o apetece, ¿tú ves que la haga?(recordando los cientos de días soleados sin playa, las decenas de restaurantes que quedaron atrás porque quería ir al de siempre, las luchas intestinas para que al menos pruebe unacucharaditadenada de lo que sea que no haya probado nunca)
- Bueno, pues ya me quedo más tranquila.

Y vivieron felices y destruyeron muchas ciudades juntos
Dentro de dos semanas (bueno, un poco menos) estaré de boda por mi tierra, que se me casa un hermano. Va a ser mi primera boda como 'futura novia', así que las sensaciones para mí serán nuevas. Pero qué leñe, desde que Groomzilla y yo dijimos que nos casábamos, parece que nos nacen las bodas como setas bajo las pezuñas, incluso los 'pues nosotros estábamos pensando que...'.
Niños, una cosa: NO HASTA 2017. No vengáis a joderme más la exclusiva. Que sois unos culoveo de pelotas.

Esperarsus a que me case yo, cohone
Aquellas sáuridas que estén al día de mis correrías por Facebook, sabrán que hace unos días recibí propuestas de menú de un restaurante muy bonito de mi tierra. Y que en dicho menú encontré algo extraño: postres 'para él' y postres 'para ella'.
Vamos, que en cuanto lo leí se me encendió la alarma feminista, me indigné barbaridad y fui a cantar el hecho por las redes sociales. Era algo extraño y, a todas luces, ofensivo. Preparé mi mejor corte de mangas para dárselo al manager cuando le escribí un mail preguntándole, en plan inocente, por el hecho.



Bridezilla mandando a pastar al heteropatriarcado
La respuesta no vino por mail, sino a través de una llamada de teléfono. El dueño mismito del hotel me llamó, pillándome medio en bragas (literalmente, ya que estaba a punto de entrar en una cabina bronceadora). Me respondió muy amablemente a las otras preguntas 'de despiste' y al llegar a la cuestión delicada, me dijo 'no eres la primera en preguntar sobre ello, hay mucha gente que se extraña'.
Por lo visto, aducen que así pueden sacar dos muestras de postre en un solo menú. Y no se les ha ocurrido mejor manera de sacarlas de una forma más o menos equitativa que dividir por sexos: los invitados a una boda suelen ser parejas (heterosexuales: esto lo añado yo porque parece que para el dueño sólo existen este tipo de parejas) y que, al servir uno al hombre y otro a la mujer, se supone que hay suficiente confianza entre la pareja como para compartir el postre y que todo el mundo pruebe ambos postres.
Vamos, que además de no conocer la realidad de todo el mundo (si yo le meto la cuchara en el plato a Groomzilla, arde Tokio) tampoco parece que hayan contado con que la separación por sexos atufa demasiado a sexismo, no tiene en cuenta a las otras realidades sociales (como parejas homosexuales, solteros, etc.) y encima el tema es MUCHO MÁS SENCILLO: dividan entre dos los comensales y saquen los postres a cholón. Y punto pelota. No pongan tetas y penes al menú.
De todos modos, como el hombre fue tan simpático, tan correcto y tan sincero, le expliqué que yo le doy duro al feminismo y que ese menú me llamó la atención desde el principio. Pero para mal. Que los de mi tierra somos muy directos y demás. Él me dijo que se podía modificar el menú a gusto de los organizadores. Aunque espero sentarme en la misma mesa con él e intentar que destierren esa separación para el futuro, contrate o no contrate el lugar, si la única razón es sacar dos postres.
Como dije en mi Facebook, es tan absurdo como imprimir los menús de las rubias en Comic Sans.


En otro orden de cosas, me he lanzado como una auténtica posesa a ver realities de vestidos de novia. La mezcla de patetismo, emoción y ridiculez me atrae sobremanera. Si bien primero vi I found my gown (que podéis ver gratis y doblado en la página de Divinity bajo el título 'Me pido ese vestido') ahora estoy metida de lleno, bote de helado y palomitas y todo, en Say yes to the dress. En concreto, en la sección de tallas grandes, el Big Bliss (este lo estoy viendo en Youtube).

Madre mía, qué fauna hay en Estados Unidos...

Melopidomelopidomelopido FROM MY COLD DEAD HANDS
Me superencanta (NO) cuando ves a mujeres de cientoymuchos kilos diciendo 'I consider myself a plus size woman'... perdona, chata, no es que te lo consider yourself, es que eres GORDA. Como yo y como muchas otras. Gorda. Ni gordibuena, ni curvy, ni full-bodied, ni curvacious, ni full-figured. Eres gorda, acéptalo, vive con ello y además, disfrútalo.


Soy gorda y mi coño lo disfruta. Pon más alfileres, mona.
Qué manía hay con los eufemismos, jroñas... bueno con los eufemismos y con colocar a las novias MALDITOS CORTES SIRENA. Vamos, que hay que embutirlas como si fueran un botillo drapeado de raso, sí o sí. Incluso las novias que llegan con la idea clarísima de que quieren un corte princesa, o un ballgown... venga, al menos un corte sirena se tienen que probar. Y eso, a no ser que seas una modelo de Cibeles, NO QUEDA BIEN. Cojona con el corte sirena. Y con el drapeado.
Bueno, al menos en este show no se quedan mirando a las novias gordas como si viniesen de otro planeta con la misión de reventar las cremalleras de tus tallas 38 unitalla. Que es lo que pasa en muchas tiendas de ropa de este país. Vamos, que dan ganas de cogerse un avión e irse a comprar el vestidico allí.
Haters gonna hate

Por el momento esto es lo que puedo contar. Parece que se perfilan un poco más los detalles de las bodas, aunque de eso LÓGICAMENTE no os voy a hablar aquí. Sólo os contaré un pequeño spoiler: la boda en mi tierra va a ser bastante curiosa, en el buen sentido de la palabra.

Hale, queridas sáuridas, hasta la próxima entrega desde Zillaville.

martes, 9 de junio de 2015

Puebas de vestido by Rebecca Shapiro

Tranquilas, sáuridas. Aún está lejos la hora en que estas escamitas relucientes traten de embutirse en las muestras de vestido que hay en las tienditas de novia, esas tiendas donde los percheros, abarrotados de blancuras varias, están poblados por modelitos para niñas escoba y malnutridas pseudomodelos. Y donde además te penalizan por ser gorda con unos vestidos informes que llevan el precio de escándalo. Shame on you, fat ass.

Sólo es que uno de mis blogs nupciales favoritos, Rock'n Roll Bride, en su versión facebookera, compartió ayer este artículo del Huffington Post y me apetece traducirlo a la lengua de Cervantes porque me divierte y asusta a partes iguales.

Espero que os riáis (y os comáis las garras de nervios) con él.

Todas las pruebas de vestido de novia resumidas en, aproximadamente, 700 palabras

Por Rebecca Shapiro

¡Bienvenida a nuestro salón nupcial! Soy su asesora personal de vestidos, ¡vamos a encontrar tu vestido hoy mismo! Tengo esa sensación, ¿tú no?
Comencemos escrutando los artículos que tenemos en la sala de muestras. Oh, por favor, no toques nada. Y ¿te importaría dar un paso para atrás? Estás respirando demasiado cerca de los vestidos de novia. Debido a la relación que hemos desarrollado en los últimos 20 segundos, sé que tengo el vestido perfecto para ti. Ahora vuelvo.


Este es Eden. Es un vestido de novia sin tirantes, de encaje y corte trompeta con escote corazón. Te va a encantar este vestido-- Eden es nuestro artículo más vendido, ¡y dijiste que querías algo diferente!


La muerta que estoy haciendo que te pruebes ni siquiera se acerca a tu talla. Dos mil trescientas cincuenta y siete novias se lo han probado antes que tú. Sólo esta mañana se lo han probado ¡sesenta y tres mujeres! Voy a usar estas mordazas de construcción, que puedes encontrar en tu ferretería habitual, para ceñir el vestido verdaderamente muy apretado, dándote la falsa impresión de que el vestido te vale. Necesito enganchar seis mordazas en la espalda del vestido, más o menos. La mayoría de mis novias también empiezan a sudar descontroladamente en este momento; estaré lista en un segundo.


¿Te he pellizcado la carne? Bueno, bien, no estás sangrando. Dame la mano mientras te pones estos tacones de diez centímetros que no son para nada de tu talla ¡Ten cuidado! No nos hacemos responsables si te tuerces un tobillo.

   
Parece que tendré que usar una mordaza más en el centro de la nuca. Sólo intenta ignorar esta masa de acero pesado cuando estés junto al espejo. Es la mayor cantidad de dinero que te vas a gastar en un  sólo vestido en tu vida, así que quiero asegurarme de que tengas una idea lo suficientemente imprecisa de cómo lucirías en el día de tu boda.

Ven, tambaléate en este diminuto pedestal, y canaliza a tu princesa amazónica interior mientras analizas tu refrejo en este vestidor pobremente iluminado. Imagínate a ti misma como medio metro más bajita, proporcionada y de pie a bajo una luz brillante ¡Así es como te verás el gran día!


Ahora bien, creo que este vestido de novia les transmite a tus invitados claramente "soy la pura imagen de una vivaz heroína de la aristocracia local" con un toque de "es un honor haber sido nominada junto con un grupo de mujeres con tanto talento".


¿Qué quieres decir con que no puedes imaginarte cómo te sienta Eden en realidad? He utilizado siete alfileres especializados para dejar claro que así es cómo definitivamente, vagamente, exactamente lucirás en tu boda.

 
Oh, ahora que lo mencionas - Eden está disponible en un tono de no-blanco de blush mayonesa. Habrás notado que esta muestra parece una pizquita plumaje-de-paloma cetrino-pálida. Es porque la tela se ha oxidado a lo largo de la media década que lleva en nuestro almacén. Oh, y el encaje tendrá un toque iridiscente, así que el vestido parecerá o bien color crema francés en algunas novias, o color blanco leche de almendras en otras. De todos modos, que sepas que el vestido no tendrá los tonos pastel vómito que ves en esta muestra. Aunque debo admitir - esta tintura verduzca ¡te queda bien! Sabrás cómo queda de verdad el color con tu piel cuando el vestido llegue, seis semanas antes de la boda, lo que no es tiempo suficiente para hacer cualquier cambio si no te gusta.

Incluso aunque dijeras que no querías llevar velo, estoy enganchando la piece de resistence en tu cuero cabelludo para provocar un espasmo emocional. Ahora, dobla suavemente los brazos y junta las manos juntas frente a tu cintura, como si estuvieras sosteniendo rosas recién cortadas del jardín ubérrimo de Oprah.


Sí, Eden está por debajo de tu presupuesto en un dolar enterito, pero resulta que ahora mismo tenemos una subida de precios por razones imprecisas. Así que te hubiera gustado pedirlo hace cinco minutos. No, los arreglos no están incluidos. Las tarifas comienzan en el coste equivalente a tres vestidos de damita más un traje de niño de los anillos.

 

Oh, ¡parece que mi siguiente novia ha llegado! Por favor, toma esta tarjeta con el nombre del vestido que no pediste, con el precio que no te puedes permitir, con los arreglos cuyo precio requerirá que tengas que renunciar a los cocktails en tu cóctel de bienvenida. Antes de marcharte, ofrecemos un descuento exclusivo y sólo ahora de 10%, ¿quiere hacer el pedido hoy mismo?

domingo, 7 de junio de 2015

La gallofa

Ayer visitamos uno de los posibles lugares de banquete para la boda-de-aquí, lugar que Groomzilla tenía bien clarito que sería el elegido. La experiencia fue muy buena, y suena a definitiva, aunque no me cierro a explorar más opciones en un futuro próximo.

Lo tengo todo clarinete, y no me lleves la contraria
Hay que alimentar y solazar a la dilatada lista de invitados de Groomzilla, así que el lugar elegido tenía que ser grande y experimentado. Y tanto que experimentado, pues mi querido mediosaurio ha ido nada menos que a cinco bodas allí. Es un animal de costumbres, tanto, que me cuesta horrores que vayamos a un maldito bar nuevo a comernos unas patatas fritas congeladas EXACTAMENTE IGUALES a las patatas fritas congeladas de su bar de siempre.
A veces me agota su comportamiento repetitivo, y su máxima de 'si lo he probado y está bien, ¿para qué cambiar?'

Groomzilla con los de siempre en el bar de siempre
Además ha trabajado allí bailando, porque aparte de ser una futura sede de nuestra boda, es un museo enorme dedicado a la etnografía de la región. Vamos, que está congeladillo en el tiempo, aunque de un tiempo a esta parte al dueño le haya dado por comprar piezas inconexas y extrañas para rellenar cada rincón. Uno de mis hermanos ya ha preguntado si se puede meter al novio, así, de risas, en el molino de aceite después de que haya firmado.

Groomzilla ensayando una jota
Y también es una granja, con animalicos y toda la pesca, y una finca enorme de explotación agraria. Este hecho me encanta, porque si alguien me molesta le puedo mandar a pastar sin ningún reparo.

Aquí, con los colegas. Los únicos que no me preguntan que para cuándo el crío.
Pregunté a Groomzilla si habría vacas, él me dijo que no. Unos minutos después me contaban que habían diversificado la producción ganadera con... ¿adivináis qué? VACAS. Mi bovinofobia se puso en alerta roja, aunque me aseguraron que las vacas viven en las montañas circundantes, y que nunca se traen a palacio.

Ya me veía huyendo con los popelines al aire
Parece que la cosa está decididísima, encima, la gestión del restaurante la llevaba hasta hace nada un primo de mi mediosaurio, quien la cedió a un pupilo pero aún conserva el caché y mando del pasado. Automáticamente nos ha bloqueado la fecha (sin anestesia ni nada, ¡viva el libre albedrío!), y ha gritado a los cuatro vientos que se va de boda, así que ¿cómo vamos a decepcionarlo a estas alturas?
Encima nos ha ofrecido tocar en el cóctel, vamos, una cosa con mucho gusto de la tierra, porque toca la gaita. Al principio no se atrevía a proponernos cosas (quieren decorar el jardín con temática palaciego-rural, por ejemplo) porque aún subyace el miedo a que le responda de forma maleducada a esas 'cosas pueblerinas'. Pero oye, amigas, que a Bridezilla se le han caído los pololos cuando le habló de flores silvestres, mermelada casera, carros y balas de heno y trajes típicos.

 
No, no me refiero a lo que en EEUU tienen como concepto de traje típico
Ahora parece que la búsqueda de comedero en mi patria está en marcha. Y en este empeño me encuentro bastante sola, porque la parte-de-aquí está bastante atada y Groomzilla prefiere ver el baloncesto o puntear en su guitarra antes que ayudarme a buscar un buen asado de cordero sin que nos sajen los ojos.

Hecha 'su parte', hecho todo. Punto pelota.

Así que a buscar la gallofa para los-de-allí, siguiente paso de esa parte organizativa. Tener ya un restaurante 'cerrado' a más de un año de la boda sáurida da bastante vértigo.

Y si no os gusta la comida, ya sabéis... ¡a pastar a un McDonalds!

viernes, 5 de junio de 2015

Enter the bridezilla

He dudado mucho antes de crear este blog. La verdad es que son tantas las preguntas e ideas que tengo en la cabeza que, si no encontraba un modo de vaciarlas en algún lado, me iba a volver loca.

El caso es que sí, que me voy a casar en 2016. Por el momento tenemos pensado que sea en otoño y... sí, el plan inicial es hacer dos bodas.

¿Pero qué me estás contando? ¿Dos bodas? ¿pero tú estás bien de la cabeza?
En fin, que esas preguntas (con voz chillona y unos hipotéticos brazos alzados cual escobas) me las hago todos los días cuando la palabra 'boda' se me viene a la cabeza. Esas y otras muchas que aún están por resolverse.


La laca de uñas no me convence, pero os hacéis una idea

Querida Bridezilla, ¿cuándo y cómo es adecuado vestir el anillo de compromiso? 
Ay, hija, yo qué sé, ni que hubiera manuales de estilo para esto. Es un anillo precioso y caro, y confieso que incluso he tenido alguna que otra pesadilla con que el brillante se me pierda, pero por el momento lo llevo siempre que salgo de casa, sea al curro (oye, que se luce muy bien en mi trabajo) o al cine. No es necesario que vaya arreglada para llevarlo puesto. Señores habitantes del planeta, estoy prometida y eso me hace feliz.

Estimada Bridezilla, ¿dos bodas? ¿eso significa dos vestidos de novia o cómo nos lo comemos? 
Pues de momento es o comprar dos vestidos de fiesta blancos o inventarme una modificación para el traje de novia que haga que sean diferentes en ambas ceremonias. Que en la época actual, con los smartphones, las cámaras digitales, el instagram y la madre que los parió, los de la second wedding van a tener spoilers fresquitos en cuanto ponga un maldito pie en el pasillo down to the aisle. Eso no, nunca, eso NO.
Y tampoco pienso gastarme el dinero equivalente a dos países del tercer mundo en taparme las vergüenzas durante doce horas.

A lo mejor para la otra boda pido una cola más larga. Que sólo ocho portadores es un tanto pordiosero.
Pero... ¿te vas a vestir de blanco, Bridezilla? Pero si vives en pecado desde hace eones con tu pretendido, y virtuosa, lo que se dice virtuosa de las tres rosas, ya no lo eres...
Bueno, ¿y? Del mismo modo en que llevo pendientes o me depilo las piernas, me vestiré de blanco como lo hizo mi madre, y antes de ella, las ricachonas que se podían comprar algo blanco. Porque mis abuelas de blanco no se casaron, porque eran personas humildes. Siempre me encantó la foto de boda de mi abuela Dorotea, con su ramito de azahares simbolizando su pureza, pero vestida en un elegante traje negro.
Básicamente, me caso de lo que me sale de la cloaca reptiliana.


Mujeres de hímen intacto que no necesitaban cubrirse de Svarowski para demostrarlo.
¿Y por la iglesia, Bridezilla? ¿Te casarás por la iglesia?
Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeh... NO. Y no pongas esa cara. Tampoco me caso por el rito tidong. Vamos, que lo que no haré nunca es mentir ante el altar de ninguna religión sólo por hacerme unas preciosas fotitos en la puerta de la iglesia.




Cristo sabe que lo haces por las fotos, perra

Vamos, que hasta dentro de un año tampoco sabremos nada...
Pues más o menos es así. Lo habéis pillado. Incluso puede que después sigamos sin saber nada. Pero lo importante, según mis amigas casadas es algo que se llama 'disfrutar del proceso'. Claro, eso lo dicen ahora, porque antes de sus bodas bien atacadas que iban todas. Pero de eso ya no se acuerdan. Maldita memoria selectiva. O más bien es que están ocultándomelo todo porque me quieren bien. O las drogas y la literatura no dejan memoria en sus cerebretes para todo a la vez y se ha ido empujando fuera todo lo innecesario para hacer sitio. Y con droga me refiero a repostería y colecciones de deuvedeses, no os vayáis a pensar.

Repíteme eso de que las flores no serán color nácar, sino ostra... Ay, que me daaaaaa...
De momento, lo he flipado como mil millones con la lista de invitados de mi partenaire. Que se supone que las mujeres somos las que tiramos por lo alto en estas cosas, pero parece que el feminismo se ha encargado pero bien de ir derribando estos mitos. Viendo la mía, parezco Margaret Thatcher con mi austeridad. Y eso que tengo cuatro hermanos y catorce primos en primer grado.



No lo entiendes, pero sí que tengo que poner a ese hijo de un primo de mi padre que hace cuatro años que no veo. Es que es familia.
Además por mucho que intente alejarme del concepto boda, parece que el mundo se me confabula alrededor para traérmelo cada día a las orejas y los ojos. Mañana mismo en el trabajo seguramente vea salir una novia por delante de mi mostrador. Y cada vez que veo algo en primera persona relacionado con las novias me hago pipí de la emoción... ¿qué me está pasando?


Circulen. Aquí no hay nada que ver.
En fin, que mañana vamos a ver un lugar para banquete. Ya veremos qué nos transmite. Y qué mejor manera de terminar este artículo de inauguración que con el vídeo que hoy mismo nos ha dedicado mi madre en su muro de Facebook.

Hasta la próxima, sáuridas.