viernes, 5 de junio de 2015

Enter the bridezilla

He dudado mucho antes de crear este blog. La verdad es que son tantas las preguntas e ideas que tengo en la cabeza que, si no encontraba un modo de vaciarlas en algún lado, me iba a volver loca.

El caso es que sí, que me voy a casar en 2016. Por el momento tenemos pensado que sea en otoño y... sí, el plan inicial es hacer dos bodas.

¿Pero qué me estás contando? ¿Dos bodas? ¿pero tú estás bien de la cabeza?
En fin, que esas preguntas (con voz chillona y unos hipotéticos brazos alzados cual escobas) me las hago todos los días cuando la palabra 'boda' se me viene a la cabeza. Esas y otras muchas que aún están por resolverse.


La laca de uñas no me convence, pero os hacéis una idea

Querida Bridezilla, ¿cuándo y cómo es adecuado vestir el anillo de compromiso? 
Ay, hija, yo qué sé, ni que hubiera manuales de estilo para esto. Es un anillo precioso y caro, y confieso que incluso he tenido alguna que otra pesadilla con que el brillante se me pierda, pero por el momento lo llevo siempre que salgo de casa, sea al curro (oye, que se luce muy bien en mi trabajo) o al cine. No es necesario que vaya arreglada para llevarlo puesto. Señores habitantes del planeta, estoy prometida y eso me hace feliz.

Estimada Bridezilla, ¿dos bodas? ¿eso significa dos vestidos de novia o cómo nos lo comemos? 
Pues de momento es o comprar dos vestidos de fiesta blancos o inventarme una modificación para el traje de novia que haga que sean diferentes en ambas ceremonias. Que en la época actual, con los smartphones, las cámaras digitales, el instagram y la madre que los parió, los de la second wedding van a tener spoilers fresquitos en cuanto ponga un maldito pie en el pasillo down to the aisle. Eso no, nunca, eso NO.
Y tampoco pienso gastarme el dinero equivalente a dos países del tercer mundo en taparme las vergüenzas durante doce horas.

A lo mejor para la otra boda pido una cola más larga. Que sólo ocho portadores es un tanto pordiosero.
Pero... ¿te vas a vestir de blanco, Bridezilla? Pero si vives en pecado desde hace eones con tu pretendido, y virtuosa, lo que se dice virtuosa de las tres rosas, ya no lo eres...
Bueno, ¿y? Del mismo modo en que llevo pendientes o me depilo las piernas, me vestiré de blanco como lo hizo mi madre, y antes de ella, las ricachonas que se podían comprar algo blanco. Porque mis abuelas de blanco no se casaron, porque eran personas humildes. Siempre me encantó la foto de boda de mi abuela Dorotea, con su ramito de azahares simbolizando su pureza, pero vestida en un elegante traje negro.
Básicamente, me caso de lo que me sale de la cloaca reptiliana.


Mujeres de hímen intacto que no necesitaban cubrirse de Svarowski para demostrarlo.
¿Y por la iglesia, Bridezilla? ¿Te casarás por la iglesia?
Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeh... NO. Y no pongas esa cara. Tampoco me caso por el rito tidong. Vamos, que lo que no haré nunca es mentir ante el altar de ninguna religión sólo por hacerme unas preciosas fotitos en la puerta de la iglesia.




Cristo sabe que lo haces por las fotos, perra

Vamos, que hasta dentro de un año tampoco sabremos nada...
Pues más o menos es así. Lo habéis pillado. Incluso puede que después sigamos sin saber nada. Pero lo importante, según mis amigas casadas es algo que se llama 'disfrutar del proceso'. Claro, eso lo dicen ahora, porque antes de sus bodas bien atacadas que iban todas. Pero de eso ya no se acuerdan. Maldita memoria selectiva. O más bien es que están ocultándomelo todo porque me quieren bien. O las drogas y la literatura no dejan memoria en sus cerebretes para todo a la vez y se ha ido empujando fuera todo lo innecesario para hacer sitio. Y con droga me refiero a repostería y colecciones de deuvedeses, no os vayáis a pensar.

Repíteme eso de que las flores no serán color nácar, sino ostra... Ay, que me daaaaaa...
De momento, lo he flipado como mil millones con la lista de invitados de mi partenaire. Que se supone que las mujeres somos las que tiramos por lo alto en estas cosas, pero parece que el feminismo se ha encargado pero bien de ir derribando estos mitos. Viendo la mía, parezco Margaret Thatcher con mi austeridad. Y eso que tengo cuatro hermanos y catorce primos en primer grado.



No lo entiendes, pero sí que tengo que poner a ese hijo de un primo de mi padre que hace cuatro años que no veo. Es que es familia.
Además por mucho que intente alejarme del concepto boda, parece que el mundo se me confabula alrededor para traérmelo cada día a las orejas y los ojos. Mañana mismo en el trabajo seguramente vea salir una novia por delante de mi mostrador. Y cada vez que veo algo en primera persona relacionado con las novias me hago pipí de la emoción... ¿qué me está pasando?


Circulen. Aquí no hay nada que ver.
En fin, que mañana vamos a ver un lugar para banquete. Ya veremos qué nos transmite. Y qué mejor manera de terminar este artículo de inauguración que con el vídeo que hoy mismo nos ha dedicado mi madre en su muro de Facebook.

Hasta la próxima, sáuridas.


2 comentarios:

  1. ¡Me encanta bridezilla! Espero que destruya todo lo que no le guste y se le ponga por delante con el velo del vestido ;P

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  2. ¡Yo quiero ser Dama de Horror de Bridezilla!

    Al ataqueeeerrr
    XD

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