viernes, 3 de julio de 2015

Novedades en Zillaville

Ya estamos de vuelta de Zillaland, después de haber asistido a una preciosa y divertidísima boda, protagonizada por uno de mis Brozillas y mi ahora cuñada, Gamera.

Ha sido una boda muy especial por el nivel de relax con el que la familia la ha afrontado. Nada de exigencias, nada de prisas, de mareos o de malas caras, a la novia todo le parecía bien y los dos siempre nos transmitieron que su boda era para divertirse y compartir un momento especial.

Así que hubo risas, emoción e incluso momentazos, bajo el calor de junio en Zillaland, de descoque hotelero. Imaginaos a Siszilla, Momzilla y una sáurida servidora quitándonos los vestidos después de las fotos del novio para refrescarnos antes de la ceremonia, ahí, con las lorzas al aire y los corsés bien apretaos, los peinados y maquillajes de profesionales y el joyerío puesto, en mi habitación de hotel. Unas risas, vamos, mientras movíamos el abanico con brío.


Este me lo pido
Groomzilla también se lo pasó genial, aunque le dio por ponerse tristuco viendo a Brozilla con Momzilla caminando hacia el arco de flores rojiblancas, y acordándose de la madre que lo puso en el mundo, que nos va a faltar (y mucho) en la boda.

Pero aquí viene algo alegre para aliviar un poco el dolor y la ausencia: ya tenemos madrina. Si bien en mi caso estaba clarinete que Dadzilla iba a vivir su gran día acompañándome al encadenamiento amoroso, a Groomzilla le ha tocado elegir madrina entre las candidatas al puesto. Ha sido una decisión difícil, y en el viaje a Zillaland ya había reducido su lista a tres claras contendientes, pero al final, mientras conducía hacia Mordrid para tomar el primer pterodáctilo de vuelta, me dijo que había escogido.


Sí, el caloraco que hace aquí hizo que tuviéramos bastantes turbulencias, tanto
al despegar como al aterrizar
Personalmente no opiné nada ni sugerí nada en todo el proceso, ya que aparte de algo emocionante es algo muy doloroso y personal. Así que anteayer fuimos a decirle a Sobrizilla que si quería ser nuestra madrina doble, y aceptó. Fue muy bonito y sé que tanto a ella como a su madre les hace mucha ilusión.

Y al que no le guste... pues que no mire.

En otro orden de cosas, hemos decidido que para la segunda boda, la de Zillaland, queremos contar con la ayuda de un wedding planner.


NO, no contaremos con Walder Frey para ese cometido. No estamos tan locos.
Habiendo vivido ya unas cuantas bodas desde el lado de la familia, y con la poca disponibilidad que tenemos para viajar a Zillaland, y que queremos que nuestra gente se concentre ese día en disfrutar y nada más, buscamos una empresita que nos ayude a coordinar los eventos que tendrán lugar el día de nuestra segunda boda. Estar atento a que los invitados lleguen a tiempo, que la decoración esté preparada, que la música suene a tiempo, que los menús estén colocados o que los camareros sepan quién es alérgico a qué.

Hay muchas otras cosas que podemos hacer nosotros o nuestras familias (como fabricar y decidir dónde van los elementos decorativos, los regalitos, el diseño de la ceremonia, escoger el fotógrafo, la música, diseñar las invitaciones y menús, distribuir las mesas, pensar en una paleta de colores, buscar hoteles para los desplazados...) pero el día B (como le llaman en las publicaciones sobre bodas) queremos dedicarnos sólo a pensar en el momento, y que los invitados y familia hagan lo mismo.


Aquí con nuestra wedding planner, decidiendo con quién sentamos a la tía King Gidorah
y sus tres cabezas, para que tengan conversación durante el banquete
Así que envié unos cuantos mails a empresas que vi por internet, de las que trabajan en Zillaland, y tengo un puñadito de respuestas. Paradójicamente, las que más me han gustado son las que han sido más escuetas, y eso que les envié un mail larguito y con bastante detalle.

Una de las empresas me ha querido imponer sus restaurantes, sus camareros e incluso sus menús. Los he mandado... ¿dónde? Pues, como de costumbre, a pastar a Kioto. Otra de las empresas me ha preguntado cuándo y para cuántos, y aún espero sus estimaciones desde que les respondí.
La tercera es la que mejor espina me da. Es una empresa de una o dos personas, en su portfolio no se ven demasiados ejemplos de trabajos pasados y tampoco ofrece demasiada información sobre su experiencia... pero la web es una cucada, la respuesta ha sido entusiasta (se ofrece a llamarme cuando yo quiera y hablarlo directamente) y es clara y elegante en la información de su página web. Además los honorarios no se le van por las nubes, el básico está fetén, y encima no cobra comisiones de ninguno de los servicios con los que contacta (hoteles, restaurantes, fotógrafo, decoración, etc.)

Buscando localizaciones para las fotos de boda... por duplicado
Y como novedad-no-relacionada con las Dosbodas, hemos adoptado un gatete en Zillaville. Nuestro Kittenzilla está hecho todo una fiera, un cazador nato, y un dormilón de tomo y lomo. Ya come pienso solito, sabe usar su arenero y destruir ciudades de tamaño mediano.


Tiembla, Zamora
Pronto, más novedades desde Zillaville. Hasta la próxima, queridas sáuridas.

3 comentarios:

  1. Ayayayayay, qué emosión. Queda más de un año y ya estoy impaciente :*

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  2. Quien se hubiera aireado las lorzas en tan buena compañía! (y con tanto glamour). Preguntica, tienes videógrafo ya?

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  3. Voto por que Percy lleve al altar las alianzas atadas en la cola a modo "Joya tapaojetes". XDDD

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