Ha sido una boda muy especial por el nivel de relax con el que la familia la ha afrontado. Nada de exigencias, nada de prisas, de mareos o de malas caras, a la novia todo le parecía bien y los dos siempre nos transmitieron que su boda era para divertirse y compartir un momento especial.
Así que hubo risas, emoción e incluso momentazos, bajo el calor de junio en Zillaland, de descoque hotelero. Imaginaos a Siszilla, Momzilla y una sáurida servidora quitándonos los vestidos después de las fotos del novio para refrescarnos antes de la ceremonia, ahí, con las lorzas al aire y los corsés bien apretaos, los peinados y maquillajes de profesionales y el joyerío puesto, en mi habitación de hotel. Unas risas, vamos, mientras movíamos el abanico con brío.
Este me lo pido |
Pero aquí viene algo alegre para aliviar un poco el dolor y la ausencia: ya tenemos madrina. Si bien en mi caso estaba clarinete que Dadzilla iba a vivir su gran día acompañándome al encadenamiento amoroso, a Groomzilla le ha tocado elegir madrina entre las candidatas al puesto. Ha sido una decisión difícil, y en el viaje a Zillaland ya había reducido su lista a tres claras contendientes, pero al final, mientras conducía hacia Mordrid para tomar el primer pterodáctilo de vuelta, me dijo que había escogido.
Sí, el caloraco que hace aquí hizo que tuviéramos bastantes turbulencias, tanto al despegar como al aterrizar |
Y al que no le guste... pues que no mire.
En otro orden de cosas, hemos decidido que para la segunda boda, la de Zillaland, queremos contar con la ayuda de un wedding planner.
NO, no contaremos con Walder Frey para ese cometido. No estamos tan locos. |
Hay muchas otras cosas que podemos hacer nosotros o nuestras familias (como fabricar y decidir dónde van los elementos decorativos, los regalitos, el diseño de la ceremonia, escoger el fotógrafo, la música, diseñar las invitaciones y menús, distribuir las mesas, pensar en una paleta de colores, buscar hoteles para los desplazados...) pero el día B (como le llaman en las publicaciones sobre bodas) queremos dedicarnos sólo a pensar en el momento, y que los invitados y familia hagan lo mismo.
Aquí con nuestra wedding planner, decidiendo con quién sentamos a la tía King Gidorah y sus tres cabezas, para que tengan conversación durante el banquete |
Una de las empresas me ha querido imponer sus restaurantes, sus camareros e incluso sus menús. Los he mandado... ¿dónde? Pues, como de costumbre, a pastar a Kioto. Otra de las empresas me ha preguntado cuándo y para cuántos, y aún espero sus estimaciones desde que les respondí.
La tercera es la que mejor espina me da. Es una empresa de una o dos personas, en su portfolio no se ven demasiados ejemplos de trabajos pasados y tampoco ofrece demasiada información sobre su experiencia... pero la web es una cucada, la respuesta ha sido entusiasta (se ofrece a llamarme cuando yo quiera y hablarlo directamente) y es clara y elegante en la información de su página web. Además los honorarios no se le van por las nubes, el básico está fetén, y encima no cobra comisiones de ninguno de los servicios con los que contacta (hoteles, restaurantes, fotógrafo, decoración, etc.)
Buscando localizaciones para las fotos de boda... por duplicado |
Tiembla, Zamora |
Ayayayayay, qué emosión. Queda más de un año y ya estoy impaciente :*
ResponderEliminarQuien se hubiera aireado las lorzas en tan buena compañía! (y con tanto glamour). Preguntica, tienes videógrafo ya?
ResponderEliminarVoto por que Percy lleve al altar las alianzas atadas en la cola a modo "Joya tapaojetes". XDDD
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